El pasado 30 de marzo, en la Casa Esperanza de la Universidad Alberto Hurtado, más de una veintena de académicos y estudiantes del doctorado se reunieron a reflexionar sobre el oficio del investigador y los desafíos éticos que se plantean en una era de hiper-productividad y exigencia.
La charla fue presentada la Dra. Carla Fardella, académica de la Universidad Andrés Bello y los comentarios estuvieron a cargo de la Dra. Carolina Cuellar, académica de la Universidad Católica Raúl Silva Henríquez.
En la charla la Dra. Fardella criticó la cultural managerial donde se ancla la universidad neoliberal, centrada en una visión cuantificada de la investigación y del rol de la universidad. Asimismo, la expositora interpeló a los y las académicos/as de una “cuestionable complicidad” e invitó a crear una “academia arrojada” abierta a reimaginar otro modo de construir la universidad.
La Dra. Cuellar a su vez comentó las tensiones que experimentan los y las investigadores e investigadoras jóvenes en un contexto competitivo, y recalcó la relevancia de transitar desde un paradigma individualista a un trabajo investigativo colectivo, con impacto en la sociedad. Fardella terminó leyendo un texto en que convoca a las investigadoras y plantea: “Algo histórico de la academia es la formación de investigadores como una invitación sentida a compartir saberes propios de nuestro oficio; la revisión de pares, como el delicado acto de mirar el trabajo de otro; el quehacer generoso de la docencia en tanto diálogo con horizontes críticos que aspiran fundar mundos alternativos. Todas ellas son prácticas que el sistema managerial ha vuelto ininteligibles. Hemos de recuperarlas, valorizarlas y visibilizarlas”.
En la foto de izq. a der.: Alejandra Falabella, Carla Fardella, Carolina Cuellar y Christian Peake
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