Académica Alejandra Falabella publica carta al director en El Mercurio

Simce sin consecuencias

Señor Director: Poco se ha mencionado que la aplicación del Simce 2022 evalúa solamente dos niveles y sus resultados son sin consecuencias para los establecimientos. Ello es relevante, pues existe contundente evidencia nacional e internacional acerca de los efectos nocivos de tener un sistema de evaluación con altas consecuencias, asociado a bonos docentes, amenazas y eventuales cierres de colegios.

Nombro algunos de estos efectos: reducción curricular a las materias evaluadas; entrenamiento a los niños a responder en «formatos Simce»; exclusión de niños más lentos en sus aprendizajes; uso de amenazas y premios a niños y docentes; agobio docente, entre otros. Más aún, estos efectos se dan especialmente en aquellos establecimientos situados en contexto de pobreza, donde justamente se requiere más apoyo.

Urge un cambio de paradigma del modelo evaluativo: i)acorde a la promoción de una educación integral y a las competencias del siglo XXI, como la creatividad, la resolución de problemas y el trabajo en equipo; ii) con un enfoque profesionalizante que robustezca el trabajo pedagógico por medio de comunidades profesionales, la formación continua y mejores condiciones de trabajo; iii) que fortalezca la evaluación formativa para el aprendizaje en el aula, pues no olvidemos que son los docentes los expertos en evaluar y retroalimentar el trabajo de sus estudiantes.

Este cambio de paradigma exige, al menos, descomprimir el número y la frecuencia de la aplicación de pruebas a cada tres años; eliminar las consecuencias asociadas a los puntajes por establecimiento; y crear un robusto sistema de acompañamiento docente.

Alejandra Falabella, Académica Universidad Alberto Hurtado