- Marcela D’Achiardi, directora de la carrera de Educación Parvularia integró una de las mesas de trabajo reunidas el pasado 14 de abril.
Santiago, 17 de abril– Para impulsar propuestas de políticas públicas que fortalezcan la Educación Parvularia en Chile en el corto y mediano plazo, 16 organizaciones vinculadas con educación se reunieron para darle vida a El Plan Inicial, en un proceso de convergencia de diagnósticos sobre los principales desafíos que se presentan en este nivel educativo para, al final del proceso, generar propuestas que pongan como prioridad país la Educación Parvularia. Las instituciones, en la que CIDE de la Facultad de Educación forma parte, convocaron a diversos actores de las comunidades educativas de todo Chile, estudiantes y expertos de diversas temáticas relacionadas, quienes se reunieron el sábado 14 de abril en su primera jornada de trabajo.
“Siempre he creído que la educación parvularia y las educadoras de párvulos tienen la profesión más importante del mundo. Todo lo que hagamos o dejemos de hacer con los niños hoy día, lo van a recordar para todo el resto de su vida.”, afirma Claudia Fasani, educadora de párvulos, vocera de El Plan Inicial y jefa Nacional de Educación Inicial en el Hogar de Cristo.
A través de un instrumento dinámico de participación, los actores pudieron dialogar y abordar temáticas esenciales con el fin de identificar distintas problemáticas comunes relacionadas a calidad, acceso e institucionalidad, encontrándose en un mismo grupo de trabajo diversas experiencias y miradas.
“Es una tremenda oportunidad de ver desafíos concretos, lo que nos permite homologar criterios y llegar a un producto de calidad”, comentó Marcela Correa, educadora de párvulos y directora de una sala cuna y jardín infantil de la ciudad de Concepción.
La interacción con actores de diferentes áreas fue una de la medidas más destacadas por los participantes de esta primera jornada de trabajo de El Plan Inicial. Joaquín Walker, director Ejecutivo de Elige Educar subrayó que ésta fue la principal virtud de este encuentro.
“Tenemos en una misma mesa a expertos, educadores de párvulos, técnicos, directivos, sostenedores, apoderados, estudiantes de pedagogía. Hay gente que viene desde Iquique hasta Magallanes, de zonas rurales y urbanas, de jardines Integra y Junji, de salas cuna y de colegios. Esta diversidad es un sello distintivo que enriquece este proceso y que nos permite creer que juntos podemos ser un real aporte a la discusión pública.”, aseguró Joaquín Walker.
La primera jornada concluyó con una visión positiva por parte de todos los actores presentes, quienes terminaron la cita convencidos de haber sido parte de un hito clave para generar verdaderos cambios en la Educación Parvularia en Chile.
Durante la primera semana de mayo, El Plan Inicial presentará un documento con un primer diagnóstico del sector educativo al Ministerio de Educación, y desarrollará una segunda jornada de trabajo, esta vez enfocada en generar propuestas en base a los desafíos identificados en conjunto.
Razones para dar urgencia a la mejora de la Educación Parvularia
• La calidad es el principal desafío para la Educación Parvularia de nuestro país. A modo ejemplificador, el impacto que la Educación Parvularia tiene en Chile sobre el desarrollo de habilidades matemáticas de los niños es un 50% menor que en el promedio de los demás países OCDE.
• Asimismo, la tasa de asistencia a la Educación Parvularia en Chile es mucho más baja que la media de la OCDE:
→ En Chile el 54% de los niños y niñas de 3 años va al Jardín Infantil. En la OCDE es el 71%.
→El 78% de los padres de niños y niñas entre 0-3 años que no asisten a Educación Parvularia, piensa que no es necesario porque los cuidan en casa.
• Las organizaciones de El Plan Inicial también visualizan desafíos en materia de institucionalidad: Actualmente la Educación Parvularia es dispersa y presenta importantes desafíos para la coordinación de políticas públicas. Además, su financiamiento también persiste como desafío: mientras los países de la OCDE gastan en promedio US$12.501 anualmente por niño, en Chile la suma asciende a US$7.032.