Hasta el 21 de marzo estará abierto el proceso de Admisión especial para Pedagogía en Educación Diferencial mención Dificultades del aprendizaje escolar y Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales especialidad en Indagación científica escolar, ambas con acceso a Crédito con Aval del Estado.
Este periodo permitirá incorporarse a los estudiantes que no postularon a través del Sistema Único de Admisión del Consejo de Rectores y que cumplan los requisitos solicitados.
Las carreras fueron desarrolladas por la UAH con el objetivo de responder a las necesidades actuales del sistema educativo chileno. Se trata de novedosas propuestas curriculares, a través de las cuales se busca formar profesores con un perfil distinto, con una formación sólida en las áreas disciplinar y didáctica, que sean capaces de trabajar con la diversidad en las salas de clases, generar aprendizajes de calidad para todos sus estudiantes y fomentar la indagación en los escolares.
La novedosa propuesta formativa
Pedagogía en Educación Diferencial: Buscar estrategias didácticas para el aprendizaje y evitar la sobremedicación
El foco de esta carrera es preparar profesores capacitados para hacerse cargo de los niños que no aprenden en los ritmos y de las formas que la escuela espera. Son aquellos niños que preocupan a los docentes porque van más lento que el resto, toman distancia o rechazan las actividades de clases, no les basta con los métodos habituales de enseñanza y necesitan de otras formas e interacciones para comprender y apropiarse de los contenidos escolares.
La directora de esta carrera Tatiana Cisternas señala “resulta inquietante ver cómo en las aulas hay un número muy alto de niñas, niños y adolescentes que, aunque permanecen en la escuela y pasan de curso, acceden a aprendizajes superficiales y de poca relevancia que comprometen las posibilidades de obtener aprendizajes posteriores de mayor complejidad.”
Agrega que aunque en el país las tasas de deserción escolar y repitencia son muy bajas, especialmente en educación básica, existe un “fracaso escolar encubierto”, que se refleja en un importante número de estudiantes que no alcanza las capacidades mínimas que exige el currículo escolar.
Por ejemplo, según cifras del SIMCE, un 25% de los niños de 2° año básico no alcanza a leer un texto simple, o que en matemáticas, según la misma medición, cerca de un 70% de los niños de cuarto año básico requieren algún tipo de apoyo para avanzar hacia los niveles esperados. ¿Cómo prevenir que en las aulas tengamos siempre a un grupo de niños que no alcanza los objetivos? ¿Cómo desterrar de las aulas la profecía autocumplida de que “siempre habrán algunos que no aprenderán”? “Esas son preguntas que buscamos responder desde una visión distinta a la que actualmente predomina, donde las explicaciones del fracaso se sitúan por ejemplo, en la falta de atención del niño, sus “carencias familiar” o derechamente en algún trastorno orgánico.
Dice que en este último aspecto, Chile ha sido criticado por investigadores internacionales que cuestionan las altas tasas de medicación de nuestros estudiantes. Agrega que el desafío es reconocer cómo las interacciones en el aula y las oportunidades de aprendizaje, las decisiones didácticas y los enfoques pedagógicos de los docentes pueden favorecer u obstaculizar el desarrollo escolar de los niños.
Sobre las características de la carrera, Tatiana Cisternas explica que hay varios aspectos distintivos: “En primer lugar, promover una reflexión actualizada sobre los mecanismos que propician el éxito y el fracaso o las dificultades en el aprendizaje escolar. Por ello apostamos por una formación pedagógica y didáctica para prevenir y apoyar a niños, adolescentes y jóvenes que se encuentren en situación de dificultad».
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Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales: de la acumulación de conocimientos al desarrollo del pensamiento científico
La falta de profesores de biología y ciencias es una realidad en nuestro país. Y no solo eso, la mayoría de los que ejercen persisten en esquemas tradicionales orientados principalmente hacia la memorización de contenidos.
“Muchos escolares reciben una enorme cantidad de información sin posibilidad de transformarla en herramienta para comprender el mundo real ni fenómenos o sucesos directamente relacionados con su propia vida. Actualmente, se les enseña los nombres de las cosas desperdiciando la oportunidad de aproximarlos a formas de pensamiento científico que favorezcan la curiosidad y el cuestionarse, como punto de partida para entender sus posibilidades de protagonismo como ciudadanos que participan y aportan al entorno y al quehacer social en general”.
Así lo señala la directora de carrera Patricia López, quien fue la encargada en el Ministerio de Educación de poner en marcha el modelo de Enseñanza de las Ciencias Basada en la Indagación.
Agrega: esto se debe en parte a las exigencias de buenos resultados en la prueba SIMCE y también porque persiste en las universidades un estilo de formación docente que divide y segrega el aprendizaje de los contenidos, de la dimensión pedagógica y didáctica. Por eso los docentes en formación aprenden biología como para biólogos y pedagogía como para profesores generalistas.
El diseño de la carrera incentiva el desarrollo de habilidades de investigación y análisis de la realidad natural, que permitan cuestionar y confrontar teorías, alcanzar conclusiones basadas en evidencia, formular propuestas informadas sobre el ambiente y su incidencia en la salud de la población y participar en asuntos científicos y tecnológicos de interés público, tanto en el liceo como en la sociedad.
Una de las particularidades de la carrera es que prepara a los futuros docentes en un sólido y consistente dominio de los contenidos, pero siempre relacionados con su tratamiento didáctico: “los estudiantes de esta nueva carrera sabrán enseñar los contenidos porque los habrán aprendido para enseñarlos.
Para lograrlo las clases serán siempre impartidas por un especialista en la disciplina y un didacta, que trabajarán en conjunto”, dice Patricia López. “Este diseño se basa en el planteamiento «los profesores enseñan como ellos aprendieron» y lo traduce a una versión positiva: nuestros estudiantes se formarán en un modelo indagatorio de enseñanza y de aprendizaje que al aplicarlo en el aula les resultará natural y, singularmente, convincente.” Más información