Enseñanzas de la pandemia
Los resultados de la prueba Pisa son evidencia que estamos llegando tarde para mejorar la educación en Chile. Los números que fueron presentados este martes son consistentes con los que vimos a mitad de año con el Simce, ambas mediciones realizadas pospandemia: descenso general de los resultados; cerca de la mitad de los estudiantes en Chile no consigue el nivel mínimo de competencia en matemática y solo un tercio lo logra en lectura; aumentan las brechas de género y los estudiantes del quintil socioeconómico más bajo mejora sus resultados respecto de 2018.
Justamente, el cierre prolongado de las escuelas es una de las razones que explica estos resultados. Sin embargo, hoy seguimos viendo que las escuelas están constantemente amenazadas, por ejemplo, con la paralización en Atacama y, también, con el riesgo de cierre de escuelas en comunas como Tiltil.
Si bien las consecuencias de la pandemia influyeron en el rezago de los aprendizajes y la caída de los resultados, este hito debe dejar de ser una excusa para que nos enfoquemos en soluciones que fortalezcan el efecto escuela, especialmente, en sectores donde más se requiere: un diseño integral que fortalezca la educación pública; la mejora de condiciones para el desarrollo de la profesión docente; y la implementación de propuestas pedagógicas que permitan implementar “experiencias formativas innovadoras” para las y los estudiantes en las escuelas. Solo así podremos dar un impulso significativo a la mejora de la curva negativa de rendimiento.
Marisol Latorre Navarro
Decana Facultad de Educación
Universidad Alberto Hurtado