En carta al director de La Tercera, el académico Cristóbal Madero señala que la nueva educación pública necesita de una mejor técnica y política para alcanzar una mejor calidad. Y en estos tiempos de cambios, además se requiere de un relato reforzado que enfatice sus fortalezas propias.
Señor Director:
Hace algunas semanas se ha dado cuenta pública del proceso de implementación de la Nueva Educación Pública en Chile. A poco más de dos años de la promulgación de la Ley 21.040, se han traspasado 412 establecimientos educacionales de 25 municipios a siete servicios locales de educación, los cuales llegarán a 11 para el final de este 2020. La Nueva Educación Pública tiene además recientemente una estrategia nacional para llevar adelante su labor.
El Consejo Nacional de Educación señala en el acuerdo de dicha estrategia, que no obstante la aprobación, existen aspectos por mejorar que facilitarían la formulación de la estrategia. Y en primer lugar se dice que hay que resaltar con mayor fuerza en el relato, las fortalezas propias de la educación pública.
La educación escolar pública en Chile necesita sin duda de mejor técnica y política para alcanzar mejor calidad. Pero necesita también de un relato reforzado, especialmente resignificado en este tiempo de cambios cruciales en el sistema educativo, y en las formas mismas de educar.
La experiencia de encuentro con líderes educativos que trabajan arduamente en los servicios locales de educación me ha mostrado que el trabajo en torno a la vocación educacional y la de servicio público, son claves para tener un sistema sólido que acoja con dignidad y calidad a quienes más necesitan de una verdadera educación.
Cristobal Madero s.j.
Académico Facultad de Educación UAH
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