La académica de la Facultad de Educación UAH participará en el Consejo de la Sociedad Civil de la Niñez de la subsecretaría de la Niñez como representante de la academia. «El gran desafío es la materialización de este conjunto de leyes en la realidad de las niñas y niños», explica.
A fines de julio, la académica Catalina Castillo fue seleccionada por la subsecretaría de la Niñez para participar como representante de la academia en el Consejo de la Sociedad Civil de la Niñez (COSOC Niñez).
Este consejo, que pertenece a la subsecretaría de la Niñez del Ministerio de Desarrollo Social, busca incorporar la voz de la ciudadanía en la gestión de políticas públicas en materia de niñez y está encargado de velar por el fortalecimiento de la gestión pública participativa.
Entre sus funciones, se encuentra el opinar y ser especialmente escuchado sobre la Política Nacional de Niñez y su Plan de Acción, además de hacer seguimiento a las políticas, planes y programas de la subsecretaría.
El Consejo es integrado por representantes de fundaciones, de la academia y Consejos Consultivos Comunales
de Niños, Niñas y Adolescentes. Por parte de la academia, Catalina Castillo está acompañada por Isaac Ravetllat (Universidad de Tarapacá) y Leonardo Cárcamo (Universidad Austral de Chile).
Catalina Castillo: «Hemos avanzado considerablemente en la promulgación de políticas y programas en materia de niñez»
La académica de la FED valora la existencia de este consejo señalando que «es importante contar con representación participativa de la sociedad civil».
Así, agrega que «si bien, el COSOC es de carácter consultivo, es importante incorporar la mirada de la ciudadanía, por medio de sus representantes en la formulación, gestión y evaluación de políticas públicas, planes y programas relacionados con la niñez. Espero que estos espacios avancen en un nivel de incidencia mayor en todas las etapas de la gestión de políticas públicas en materia de niñez».
Para Castillo, «estos últimos años hemos avanzado considerablemente en la promulgación de políticas y programas en materia de niñez, que tiene por objetivo garantizar sus derechos y protección integral».
A modo de ejemplo de lo anterior, menciona «la Ley 21.430 sobre Garantías y Protección Integral de Derechos de la Niñez y Adolescencia (promulgada el 2022), la Política Nacional de la Niñez y Adolescencia 2024-2032, la reformulación del ex Sistema Nacional de Menores (Sename) en el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia . Recientemente, al día de ayer 31 de julio, se promulga la nueva Ley de Adopción, poniendo en el centro el derecho de los niños y niñas de vivir en familia».
Respecto de las políticas de infancia en el ámbito educativo, menciona que «hemos presenciado importantes avances en la formulación, reformulación y diseño de programas que revelan el rol de la niñez como el centro del quehacer educativo y su carácter de ciudadanos del presente, agentes y actores sociales».
Sin embargo, aclara que «la promulgación de leyes y políticas no son para nada suficiente, si continúa existiendo un vacío entre estas y su implementación. El gran desafío es la materialización de este conjunto de leyes en la realidad de las niñas y niños, sobre todo de aquellos que han sido históricamente marginalizados e invisibilizados».
Para esto, sugiere: «Necesitamos un cambio estructural y paradigmático que implica el trabajo conjunto desde la formulación de la política pública, la gestión de un sistema robusto que lo permita y, un trabajo profundo en las representaciones sociales hacia las infancias, la ruptura del adultocentrismo y de miradas netamente proteccionistas».